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Charles Bukowski


UN TROZO DE ROCA


Nina era las más dura de
todas,
la peor mujer que había conocido
hasta aquel momento.
estaba viendo las noticias
en mi televisor en blanco y negro
de segunda
mano
cuando oí un ruido
sospechoso en la cocina
y fui corriendo
y la vi
dirigiéndose a la puerta del porche
trasero
con una botella entera de whisky
-un quinto-
en la mano
y la atrapé y
cogí la botella.
"¡dame esa botella,
mala puta!"
y luchamos por la
botella
y dejadme que os diga
que se defendió muy
bien
pero
acabé quitándosela
y le dije que
sacara el culo de
mi casa.
vivía allí mismo
en la parte de atrás
arriba.
cerré la puerta con llave
me llevé la botella y un
vaso
fui al sofá
me senté
abrí la botella y
me serví un buen trago.

apagué la tele y
me quedé allí sentado
pensando en lo
dura que
era Nina.
recordaba hasta
por lo menos
doce putadas
que me me había
hecho.

menuda puta.
menudo trozo de roca.

seguí allí sentado bebiéndome
el wishky
y preguntándome
qué estaba haciendo
con Nina.

entonces
llamaron a la
puerta.
era la amiga de Nina,
Helga.

"¿dónde está Nina?"
preguntó.

"me ha intentado robar
el whisky, y la
he sacado a patadas
de aquí".

"me dijo que nos
encontráramos aquí".

"¿para qué?".

"me dijo que
lo haríamos
delante de ti
por 50$".

"25$".

"ella dijo 50$".

"bueno, pues no
está... ¿quieres beber
algo?"

"claro..."

le di un vaso a Helga
y le serví un
whisky.
echó un trago.

"quizá", dijo,
"debería ir a buscar a
Nina".

"yo no quiero
verla".

"¿por qué no?"

"es una puta".

Helga se acabó la
copa y le serví
otra.
echó otro trago.

"Benny me llama
puta, pero yo no soy una
puta".

Benny era el tío
con el que estaba
líada.

"sé que no eres una
puta, Helga".

"gracias. ¿no tienes
música?"

"sólo la radio..."

la vio
se levantó
y la
encendió.
la música salió m
muy fuerte.

Helga empezó a
bailar
con el vaso
de whisky en la
mano.
no sabía
bailar
estaba
ridícula.

paró
apuró la bebida
hizo rodar el vaso por la
alfombra
vino hacia

se puso de rodillas
me bajó la bragueta
y
empezó
a hacerme
cosas.

apuré mi
bebida
y me servía otra.

lo hacía
bien.

tenía un título
universitario
en algún sitio del
Este.

"¡vamos, Helga,
vamos!"

llamaron
fuerte
a la puerta
principal.

"HANK, ¿ESTÁ HELGA
AQUÍ?"

"¿QUIÉN?"

"¡HELGA!"

"¡UN MOMENTO!"

"SOY NINA. TENÍA
QUE ENCONTRARME
AQUÍ CON HELGA, ¡TENEMOS UNA
SORPRESITA PARA
TI!"

"ME HAS INTENTADO ROBAR
EL WHISKY,
¡PUTA!"

"¡HANK, DÉJAME
PASAR!"

"¡vamos, Helga,
vamos!"

"¡HANK!"

"Helga, jodida puta...
¡Helga! ¡Helga! ¡Helga!"

me separé y
me levanté.

"que entre".

fui al
lavabo.

al salir estaban
las dos sentadas
bebiendo y fumando
riéndose de
algo.
entonces me
vieron.

"50 pavos", dijo Nina.

"25 pavos", dije yo.

"pues no lo
hacemos".

"pues no lo hagáis".

Nina inhaló y
exhaló.
"¡vale, tirado
bastardo, 25
pavos!".

Nina se puso de pie y
empezó a quitarse
la ropa.

era la más dura
de las
dos.

Helga se puso de pie y
empezó a quitarse
la ropa.

me serví otra
bebida.
"a veces me pregunto
qué coño
está pasando
aquí",
dije.

"no te preocupes por
eso, papaíto, y
presta atención".

"¿y qué se supone
que tengo
que hacer?"

"lo que
te salga
de los
cojones",
dijo Nina
con su enorme culo
resplandeciendo
a la luz
de la lámpara.



Del libro: "Poemas de la última noche de la tierra"

Editorial: DVD poesía

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